San Agricio fue un destacado obispo en Tréveris, una ciudad de la Galia Bélgica, en lo que hoy conocemos como Alemania. En el siglo III, se le concedió un palacio por Santa Elena, madre del emperador Constantino, que él transformó en una iglesia, fortaleciendo así la presencia cristiana en la región.
Vida y Ministerio
Agricio es venerado por su dedicación a la iglesia y su habilidad para expandir el cristianismo en tiempos desafiantes. Su liderazgo fue crucial para la comunidad cristiana de Tréveris.
Legado Espiritual
La transformación del palacio en iglesia por San Agricio simboliza su compromiso y visión de fe. Hoy, su festividad se celebra el 13 de enero, recordando su impacto en la iglesia.
Más información sobre su legado puede encontrarse en Wikipedia sobre Tréveris.