La Beata María Mancini, nacida en Pisa, es recordada por su devoción y liderazgo espiritual en el siglo XV. Tras enviudar dos veces sin descendencia, decidió consagrar su vida a Dios, influenciada por las enseñanzas de Santa Catalina de Siena. Fundó el monasterio de Santo Domingo, donde promovió una vida comunitaria y de servicio durante una década. Su festividad se celebra el 22 de enero.
Legado
María Mancini dejó un legado de fe y dedicación, sirviendo como ejemplo de resiliencia y liderazgo femenino en la Iglesia Católica. Su historia inspira a muchos por su decisión de transformar la pérdida personal en un compromiso religioso profundo.
Milagros y Devoción
Aunque no se le atribuyen milagros específicos, su vida de servicio es considerada un testimonio de fe y amor comunitario.