El Beato Onésimo es recordado por su notable transformación de esclavo a fiel cristiano en el siglo I. Huyó de su amo, Filemón, y fue acogido por San Pablo, quien lo convirtió en un hijo en la fe. San Pablo escribió a Filemón, intercediendo por Onésimo y destacando su valor y nueva vida en Cristo.
Importancia en la historia cristiana
La historia de Onésimo es un ejemplo de redención y cambio. Su conversión refleja el poder transformador del cristianismo en la vida de las personas.
Veneración y legado
La figura de Onésimo es venerada el 15 de febrero. Su vida nos recuerda la importancia del perdón, la reconciliación y la fe.