La Beata Ana de San Bartolomé nació el 10 de octubre de 1549 en Almendral, Ávila, España. Como discípula cercana de Santa Teresa de Jesús, Ana fue una figura clave en la expansión de la Orden de las Carmelitas Descalzas en Francia.
Dotada de gracias místicas, Ana se dedicó a consolidar la presencia del Carmelo en Europa, dejando un legado de devoción y reforma espiritual. Falleció el 7 de junio de 1622 en Amberes, Bélgica, y fue beatificada en 1917 por el Papa Benedicto XV.
Legado y Celebración
La festividad de la Beata Ana de San Bartolomé se celebra cada año el 7 de junio. Su vida es un testimonio de fe y dedicación, y su legado sigue inspirando a las comunidades carmelitas y a los fieles en todo el mundo.