San Agustín de Cantorbery, nacido en el siglo VI, fue un monje benedictino enviado por el papa Gregorio I Magno a Inglaterra. Su misión era convertir a los anglosajones al cristianismo. Llegó a Kent y fue bien recibido por el rey Etelberto, quien eventualmente se convirtió al cristianismo bajo su influencia.
Vida y Misión
Agustín estableció su sede episcopal en Canterbury, convirtiéndose en el primer arzobispo de Canterbury, un título que sigue siendo de gran importancia en la Iglesia Anglicana. Trabajó incansablemente en la conversión de la población y el establecimiento de iglesias.
Legado
San Agustín falleció el 26 de mayo de 604/605, pero su legado perdura en la historia como el Apóstol de Inglaterra. La Iglesia celebra su festividad el 27 de mayo.