San Onofre, venerado como un santo eremita, vivió en los bosques cercanos a Catanzaro, Calabria, en el siglo X. Su vida estuvo marcada por la austeridad y el ayuno, practicando una devoción profunda en soledad.
Vida en Austeridad
San Onofre dedicó su vida a la oración y el ayuno, buscando la cercanía con Dios a través del aislamiento y la penitencia.
Festividad
Se celebra su día el 4 de agosto, aunque algunas tradiciones también lo conmemoran el 12 de junio junto a San Onofre de Egipto.
Legado
San Onofre es un ejemplo de devoción y sacrificio, inspirando a aquellos que buscan una vida de reflexión y oración.