Santa Germana Cousin, nacida en el siglo XVII en Pibrac, Francia, es un símbolo de humildad y fe. A pesar de su difícil infancia marcada por la enfermedad y el abandono, Germana demostró una profunda devoción cristiana. Falleció a la joven edad de 22 años, dejando un legado de inspiración para todos los que enfrentan adversidades.
Vida y Devoción
Desde pequeña, Germana vivió en un ambiente hostil, obligada a trabajos serviles. Sin embargo, su espíritu nunca flaqueó, y siempre mostró un 'rostro risueño', reflejo de su fe inquebrantable.
Canonización y Festividad
Fue beatificada por el Papa Pío IX el 7 de mayo de 1864 y canonizada el 29 de junio de 1867. Su festividad se celebra cada 15 de junio, conmemorando su vida de humildad y devoción.
Legado Perdurable
Sigue siendo una figura venerada en la región de Toulouse y más allá, sirviendo de ejemplo para aquellos que buscan vivir una vida de fe y servicio.