Santa Julita es recordada como una mártir cristiana que, junto a su hijo San Quirico, sufrió el martirio en Asia Menor. Su festividad se celebra el 16 de junio, y es un símbolo de devoción y perseverancia en la fe cristiana. Julita es un ejemplo de madre valiente que no renunció a sus creencias a pesar de la persecución.
Historia y Legado
Santa Julita, originaria de Cesarea, vivió durante una época en la que los cristianos eran perseguidos. Su historia, compartida con su hijo Quirico, es un testimonio de amor maternal y profunda fe. Se dice que, al ser llevada ante el tribunal, su hijo pequeño fue torturado y asesinado para quebrar su espíritu, pero Julita se mantuvo firme en su fe.
Milagros y Festividad
- Milagros: La devoción a Santa Julita ha inspirado numerosos milagros reportados por fieles que rezan por su intercesión.
- Festividad: Se celebra el 16 de junio, fecha en que la Iglesia honra su sacrificio.