San Antidio de Besanzón fue un destacado obispo y mártir del siglo V. Según la tradición, fue condenado a muerte por Croco, rey de los vándalos, alrededor del año 411. Su valentía y fe inquebrantable lo convirtieron en un símbolo de resistencia cristiana durante tiempos de persecución.
Vida y Martirio
San Antidio sirvió como obispo en Besanzón, una región en la antigua Galia Lugdunense, hoy parte de Francia. A pesar de las amenazas y presiones, mantuvo su compromiso con la fe cristiana, lo que finalmente lo llevó a su martirio.
Legado
El legado de San Antidio perdura en la región de Besanzón, donde es venerado por su devoción y sacrificio. Cada 17 de junio, los fieles celebran su vida y obra, recordando su ejemplo de liderazgo espiritual.