San Droctoveo es recordado como un notable abad en París durante el siglo VI. Bajo la guía de su maestro, San Germán de Autun, Droctoveo fue designado para liderar un cenobio de monjes en la ciudad.
Nacido en una época de cambios significativos, Droctoveo jugó un papel crucial en la vida monástica de París, aportando estabilidad espiritual y liderazgo a su comunidad.
Legado de San Droctoveo
Su legado perdura a través de los siglos, siendo celebrado cada 10 de marzo. Su vida es un testimonio de dedicación y fe, inspirando a generaciones de monjes y fieles.