La Beata Juana es recordada en Toulouse, Francia, como una virgen devota de la Orden del Carmelo. Vivió en el siglo XV, dedicando su vida a la oración y al servicio desinteresado. Su festividad se celebra el 31 de marzo, momento en el que se honra su legado de fe y dedicación.
Vida y Devoción
Juana se unió a la Orden del Carmelo, donde vivió una vida de sacrificio y oración. Su compromiso con los valores carmelitas la convirtió en una figura reverenciada en su comunidad.
Legado
El legado de la Beata Juana perdura en la historia del Carmelo, inspirando a aquellos que buscan una vida de devoción y servicio espiritual.