El Beato Felipe de Piacenza, celebrado el 24 de mayo, fue un destacado presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín en el siglo XIV. Su vida de devoción se caracterizó por prácticas de penitencia, incluyendo el uso de una cota de malla para mortificar su carne. Felipe es recordado por su compromiso espiritual y su dedicación a la tradición agustiniana.
Historia y Legado
El beato vivió en Piacenza, Italia, y dedicó su vida al servicio religioso, siguiendo las enseñanzas de San Agustín. Aunque su vida no está ampliamente documentada, su legado perdura entre los devotos de la orden.
Celebración
Su festividad se celebra cada año el 24 de mayo, una fecha que invita a la reflexión sobre la devoción y el sacrificio personal en el camino de la fe.