El Beato Luquesio, nacido en el siglo XIII en Pongibonsi, Toscana, es recordado por su transformación de mercader a devoto servidor de Dios. Al unirse a la Tercera Orden de Penitentes de San Francisco, vendió todos sus bienes para repartirlos entre los necesitados. Su vida fue un ejemplo de humildad y pobreza, características fundamentales del espíritu franciscano.
Milagros y Legado
Luquesio es conocido por su servicio constante a los pobres y su devoción, que inspiró a otros a seguir el camino del servicio humilde. Su festividad se celebra el 28 de abril.