San Ambrosio de Milán es una de las figuras más influyentes del cristianismo del siglo IV. Nacido en Tréveris, Alemania, en 340, fue elegido obispo de Milán en 374. Destacó por su elocuencia y sabiduría, lo que lo convirtió en un referente espiritual para personajes como San Agustín. Ambrosio es conocido por sus contribuciones a la música litúrgica, incluyendo la introducción del canto alternado de los salmos en Occidente.
Su fiesta se celebra el 7 de diciembre, recordando su papel como símbolo de la renovación de la Iglesia tras años de persecución. Los himnos compuestos por Ambrosio son todavía elementos importantes en la liturgia ambrosiana.