La Beata Arcángela Girlani, nacida en el siglo XV en Mantua, Italia, fue una destacada figura de la Orden de las Carmelitas. Originalmente llamada Leonor, ingresó a la vida religiosa y asumió el nombre de Arcángela. Su dedicación la llevó a convertirse en priora del convento de Parma y a fundar el cenobio de Mantua.
Su Legado
Arcángela es recordada por su compromiso con la vida contemplativa y su habilidad para guiar a sus hermanas en la fe. Su festividad se celebra el 25 de enero.
Influencia Espiritual
La influencia de Arcángela se extiende más allá de su tiempo, inspirando a generaciones de carmelitas y fieles.
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