San Euquerio de Orleáns, nacido en la actual Francia, fue un destacado obispo en el siglo VIII. Debido a las calumnias de sus enemigos, fue desterrado por Carlos Martel. Durante su exilio, San Euquerio encontró refugio en el monasterio de San Trudón, en Brabante, Austrasia. Allí, fue acogido con piedad por los monjes y vivió el resto de sus días.
Vida en el Exilio
El exilio de San Euquerio no fue un obstáculo para su fe y devoción. En el monasterio, continuó su misión espiritual, ganándose el respeto y la admiración de los monjes.
Legado
San Euquerio es recordado por su fortaleza y fe inquebrantable frente a la adversidad. Su festividad se celebra el 20 de febrero.