San Alejandro fue un destacado obispo de Alejandría en el siglo IV, conocido por su ferviente defensa de la fe cristiana frente a la herejía arriana, promovida por su presbítero Arrio. Su liderazgo y firmeza en las enseñanzas ortodoxas lo convirtieron en una figura clave en la historia de la Iglesia.
Vida y Obra
Elegido como sucesor de San Pedro en la sede de Alejandría, San Alejandro jugó un papel crucial en los primeros Concilios de la Iglesia, donde se debatieron temas de vital importancia para el cristianismo. Su celo por la fe le ganó la admiración de muchos contemporáneos.
Legado
El legado de San Alejandro perdura en la historia de la Iglesia como un defensor de la ortodoxia y un líder espiritual comprometido. Su festividad se celebra el 26 de febrero.