San Bonifacio, también conocido como el Apóstol de Alemania, es recordado por su dedicación a la evangelización de los pueblos germánicos en el siglo VIII. Nacido como Wifrido en Crediton, Inglaterra, adoptó el nombre de Bonifacio tras recibir la ordenación episcopal del Papa Gregorio II.
Misión en Alemania
Bonifacio llevó la fe cristiana a los pueblos germanos, estableciendo iglesias y reformando la estructura eclesiástica. Su misión fue crucial para la cristianización de Europa Central.
Martirio y legado
El 5 de junio de 754, mientras visitaba a los frisios en Dokkum, fue asesinado por paganos, consumando su martirio. Su legado perdura como un símbolo de valentía y fe inquebrantable.
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