San David de Tesalónica es recordado por su vida de reclusión y devoción. Durante casi ochenta años, vivió como eremita en una celda, dedicándose a la oración y la contemplación fuera de los muros de Tesalónica, en la actual Macedonia.
Vida y Devoción
Aunque poco se sabe de sus primeros años, su dedicación y sacrificio lo han convertido en un modelo de vida contemplativa.
Festividad
Su festividad se celebra el 26 de junio, una fecha en la que los devotos recuerdan su ejemplo de fe y devoción.
Legado
San David es venerado no solo por su vida de sacrificio, sino también como un símbolo de resistencia espiritual.