Santa Máxima es recordada como una mártir cristiana del siglo IV, quien junto a su esposo, San Montano, fue arrojada a las aguas por su confesión de fe en Cristo en la antigua Sirmio, hoy parte de Hungría. Su festividad se celebra el 26 de marzo, honrando su valentía y devoción.
Historia y Martirio
Nacida en una era de persecución contra los cristianos, Santa Máxima mostró una notable fortaleza espiritual. Su historia es un testimonio de amor y sacrificio en tiempos de adversidad.
Legado
Santa Máxima es venerada como un ejemplo de fe inquebrantable y su historia inspira a muchos creyentes hasta hoy.