San Orencio, celebrado el 1 de mayo, fue un destacado obispo en Auch, región de la actual Francia, durante el siglo V. Su misión principal fue erradicar las prácticas paganas y fomentar la paz en tiempos turbulentos, especialmente entre los romanos y los visigodos de Tolosa.
Vida y Obra
Orencio se dedicó a la evangelización y a reforzar la moral cristiana en su diócesis. Trabajó incansablemente para mantener la paz y la armonía en una época marcada por los conflictos interétnicos.
Legado
Su legado perdura en la historia como un ejemplo de liderazgo y devoción. Su fiesta se celebra anualmente el 1 de mayo, recordando su contribución a la paz y la fe.