En el siglo IV, San Heladio desempeñó un papel crucial como obispo de Auxerre, en la región de la Galia Lugdunense. Su liderazgo espiritual fortaleció la comunidad cristiana de la época. Honrado cada 8 de mayo, San Heladio es un ejemplo de fe y dedicación.
Vida y Legado de San Heladio
San Heladio fue un destacado obispo que guió a su congregación con sabiduría y fervor religioso. Se le recuerda no solo por su liderazgo, sino también por su influencia en la expansión del cristianismo en la región.
Celebración y FestividadLa iglesia conmemora su vida y legado cada 8 de mayo, recordando sus contribuciones significativas a la fe cristiana.