San Wiro, acompañado por sus fieles compañeros Plechelmo y Odgero, fue un ferviente evangelizador en la región de Austrasia durante el siglo VIII. Su dedicación a la fe cristiana dejó una huella imborrable en Roermond, actualmente en Holanda.
Labor Evangelizadora
La tradición cuenta que estos tres santos se dedicaron a difundir el mensaje cristiano en una época de gran transformación y desafío.
Legado
El legado de San Wiro y sus compañeros perdura en la historia de la Iglesia, recordándonos la importancia de la misión evangelizadora.
Se les celebra el 8 de mayo, destacando su contribución a la expansión del cristianismo en Europa.