La Beata Magdalena Albrici nació en Como, Italia, en el siglo XV y se destacó como abadesa de la Orden de San Agustín. Su liderazgo espiritual reavivó el fervor religioso entre sus hermanas, convirtiéndose en una figura de inspiración dentro de la comunidad agustiniana. Su fiesta se celebra el 13 de mayo, recordando su legado y dedicación.
Beatificada en 1907 por el Papa Pío X, Magdalena dejó una huella imborrable en la historia de la Iglesia. Su vida es un testimonio de devoción y servicio a Dios.