San Landelino, oriundo de Irlanda, vivió en el siglo VII y dedicó su vida al monacato en el monasterio de Ettenheim, situado en la región de Baden, Germania. Su legado como monje ha sido celebrado a lo largo de los siglos, especialmente cada 21 de septiembre.
Vida y Obra
San Landelino es recordado por su ferviente devoción y compromiso con la vida monástica. Su influencia se extendió más allá de las paredes del monasterio, inspirando a generaciones de monjes que siguieron sus pasos. A pesar de la falta de registros detallados de su vida, su impacto espiritual perdura.
Legado
El legado de San Landelino se centra en su dedicación a la vida monástica y su papel en la comunidad religiosa de Ettenheim. A través de los siglos, se ha mantenido como una figura de inspiración para aquellos que buscan una vida de devoción y servicio.