San Heracles, celebrado el 4 de diciembre, fue un destacado obispo de Alejandría, Egipto, durante el siglo III. Conocido por ser discípulo de Orígenes, Heracles asumió un papel crucial en la escuela catequética de Alejandría. Su liderazgo contribuyó significativamente a la expansión del cristianismo en una época de desafíos teológicos y políticos.
Bajo su dirección, la escuela de Alejandría floreció como un centro de aprendizaje cristiano, atrayendo a estudiantes de todo el mundo. San Heracles también es recordado por su compromiso con la enseñanza y la orientación espiritual de sus contemporáneos.