San Elías, junto con los santos Ares y Promo, es recordado por su valiente testimonio de fe durante el siglo IV. Estos mártires, deseosos de apoyar a los confesores de Cristo en Cilicia, fueron capturados en Cesarea. Tras sufrir torturas, fueron llevados a Ascalón, donde Ares fue quemado vivo y Elías y Promo fueron decapitados, culminando así su martirio.
El 14 de diciembre es el día en que se conmemora su valentía y dedicación a la fe cristiana. El legado de San Elías sigue inspirando a los fieles hoy en día.