Santa Jacinta Mariscotti, originaria de Vignatello, Italia, es una figura emblemática del siglo XVII. Inicialmente, vivió 15 años entregada a vanas diversiones, pero experimentó una profunda conversión. Ingresó en la Tercera Orden Regular de San Francisco, dedicando su vida a la caridad y el culto eucarístico.
Conversión y Vida Religiosa
Jacinta fomentó la creación de confraternidades para asistir a ancianos y necesitados, estableciendo un legado de compasión y servicio. Su festividad se celebra el 30 de enero, recordando su ejemplo de transformación espiritual.
Legado y Festividad
Su legado sigue vivo a través de las comunidades que fundó y de su influencia en la promoción de la devoción eucarística. Su vida enseña la importancia de la conversión y la dedicación al servicio de los demás.
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