Santo Tomás Khuong, un presbítero de Tonquín, hoy Vietnam del Norte, es recordado por su valentía y devoción. Durante la persecución cristiana bajo el emperador Tu Duc, Tomás Khuong se mantuvo firme en su fe. Encarcelado y enfrentando la muerte, confesó con valentía su cristianismo. Finalmente, fue decapitado de rodillas ante la cruz, un acto que selló su martirio. Su festividad se celebra el 30 de enero, recordando su sacrificio y fe inquebrantable.
Este mártir es parte de un legado de santos vietnamitas que enfrentaron la persecución religiosa con gran fortaleza. Su vida inspira a muchos a seguir el camino de la fe, incluso en las circunstancias más adversas.