La Beata Irmengardis de Frauenwörth es recordada por su profunda devoción y liderazgo espiritual. Desde su infancia, Irmengardis rechazó las riquezas y comodidades de la nobleza para dedicarse plenamente al servicio de Dios. Su vida en el monasterio de Frauenwörth, situado en Baviera, fue un ejemplo de piedad y compromiso. El 16 de julio, día en que se conmemora su festividad, es una fecha especial para honrar su legado.
Irmengardis no solo se distinguió por su vida de oración y meditación, sino también por su habilidad para guiar a otras mujeres hacia una vida de santidad. Su influencia perdura en la historia de la Iglesia como un símbolo de fe y dedicación.