San Vulmaro de Boulogne es una figura notable del siglo VII, reconocido por su devoción y contribuciones a la vida monástica en Francia. Nacido en una familia humilde, Vulmaro se destacó por su insaciable deseo de conocimiento y espiritualidad. Después de convertirse en sacerdote, optó por una vida de retiro y oración, emulando a los antiguos padres del desierto. Más tarde, en Hautmont, fundó dos monasterios, uno para monjes y otro para vírgenes, que se convirtieron en centros de espiritualidad y saber.
Vida y Obra
San Vulmaro se ordenó sacerdote tras adquirir una sólida formación. Su espíritu de servicio y humildad lo llevaron a establecer comunidades monásticas que promovieron la vida contemplativa.
Legado
El legado de San Vulmaro perdura en la región de Boulogne, donde es recordado por su compromiso con la fe y la educación.