San Guillermo Pinchón, cuyo día se celebra el 29 de julio, fue un influyente obispo en la Bretaña Menor durante el siglo XIII. Reconocido por su benignidad y sencillez, Guillermo fue un defensor incansable de los derechos de la Iglesia, lo que le llevó a enfrentar numerosas adversidades, incluyendo el destierro.
En Saint Brieuc, su liderazgo fue crucial para la construcción de la catedral, que aún hoy es un símbolo de su dedicación y fe. Su legado perdura en la región, donde se le recuerda por su compromiso con su comunidad y la Iglesia.