San Nicéforo de Constantinopla es recordado por su valentía al defender las sagradas tradiciones cristianas durante el siglo VII. Como obispo, se opuso con firmeza al emperador León el Armenio, quien promovía la iconoclasia.
Defensa de las Imágenes
Una de sus acciones más destacadas fue su oposición a la prohibición del culto a las imágenes, un tema polémico que dividió a la iglesia en su tiempo. Nicéforo fue desterrado por su postura y pasó sus últimos días en un monasterio.
Legado y Celebración
Su legado perdura como un símbolo de resistencia y fidelidad a la fe. Su festividad se celebra el 2 de junio, honrando su contribución a la preservación de las tradiciones religiosas.
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