Santo Domingo Ninh, celebrado el 2 de junio, es recordado por su valentía al negarse a pisotear la cruz durante las persecuciones cristianas en el siglo XIX en Vietnam. Su martirio ocurrió en la ciudad de Au Thi, bajo el mandato del emperador Tu Duc. Este acto de fe inquebrantable lo llevó a ser degollado, convirtiéndose en un símbolo de devoción y resistencia.
En un contexto de intensa persecución religiosa, Domingo Ninh se destacó por su compromiso con sus creencias cristianas, inspirando a muchos a seguir su ejemplo de valentía y fe. Su legado se mantiene vivo en las comunidades cristianas que celebran su vida y sacrificio.