San Bernabé, cuya festividad se celebra el 11 de junio, fue un apóstol clave en los inicios del cristianismo. Conocido por su bondad y lleno del Espíritu Santo, se unió a los primeros creyentes en Jerusalén. Su papel fue crucial al introducir a Saulo de Tarso (San Pablo) en la comunidad cristiana. Juntos, realizaron un primer viaje misionero por Asia para difundir el Evangelio.
Concilio de Jerusalén y Últimos Días
San Bernabé participó activamente en el Concilio de Jerusalén, un evento fundamental en la historia cristiana. Al final de su vida, regresó a su tierra natal, Chipre, donde continuó su labor evangelizadora hasta su muerte en Salamina.