San Máximo de Nápoles, cuya festividad se celebra el 11 de junio, fue un destacado obispo del siglo IV. Durante su episcopado, defendió fervientemente la fe de Nicea, enfrentándose al emperador Constancio, quien lo desterró. A pesar de las adversidades, su dedicación y fe permanecieron inquebrantables.
Historia de San Máximo
La vida de San Máximo es un testimonio de valentía y devoción. Nacido en una época de intensos debates teológicos, se erigió como un defensor de la ortodoxia nicena, oponiéndose a las herejías arrianas prevalentes.
Legado
San Máximo dejó un legado de firmeza en la fe y resistencia ante la opresión. Su vida inspira a muchos a mantenerse fieles a sus creencias, incluso bajo presión.