San Basilides de Alejandría es recordado como un valiente mártir cristiano del siglo III. Durante el reinado del emperador Septimio Severo, Basilides, un soldado romano, fue encargado de proteger a la virgen Santa Potamiena en su camino al martirio. Impresionado por su fe, Basilides se convirtió al cristianismo poco después.
Su valentía y conversión le llevaron a su propio martirio, siendo venerado hoy como un símbolo de protección y fe. Su festividad se celebra el 30 de junio, recordando su sacrificio y compromiso con la fe cristiana.