Santa Cunegunda, nacida en el siglo XI, es recordada por su devoción religiosa y su papel como emperatriz junto a su esposo, San Enrique. Su festividad se celebra el 3 de marzo. Tras la muerte de San Enrique, Cunegunda abrazó la vida monástica en el monasterio de Kaufungen, en Alemania.
Vida y Legado
Santa Cunegunda fue una figura clave en la Iglesia, contribuyendo significativamente junto a su esposo. Al morir, legó sus bienes a Cristo y fue sepultada junto a San Enrique en Bamberg.
Festividad y Canonización
Su vida de piedad le valió la canonización, y su festividad se celebra cada 3 de marzo, recordando su dedicación y fe.
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