San Félix de Nantes, celebrado el 6 de enero, fue un destacado obispo del siglo VI en la Bretaña Menor, hoy conocida como Francia. Su vida se caracterizó por un ferviente celo religioso y un compromiso inquebrantable con sus ciudadanos. Durante su episcopado, San Félix se dedicó a la evangelización de las áreas rurales circundantes, promoviendo la fe cristiana entre sus habitantes.
Una de sus obras más notables fue la construcción de la iglesia catedral de Nantes. Este esfuerzo no solo respondió a una necesidad espiritual, sino que también fortaleció la identidad religiosa de la región. San Félix es recordado por su profundo impacto en la comunidad y su legado como constructor y evangelizador.