San Mauro, conocido por su ferviente devoción y liderazgo monástico, nació en el siglo VI en la Galia. Fue discípulo de San Benito, el fundador del monaquismo occidental. En Glanfeuil, junto al río Loire en Anjou, Mauro desarrolló su vida espiritual, contribuyendo significativamente al fortalecimiento del monaquismo en la región.
Discípulo de San Benito
Formado bajo la guía de San Benito, San Mauro se destacó por su obediencia y dedicación a la regla benedictina. Su influencia fue crucial para la expansión de esta tradición en Francia.
Legado y Festividad
San Mauro es recordado cada 15 de enero, día en que se celebra su festividad. Su legado perdura en la historia del monaquismo, siendo un modelo de vida espiritual y devoción.
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