San Lídano de Sezze, celebrado el 2 de julio, fue un abad del siglo XII que fundó un monasterio en la región del Lacio, Italia. Con sus monjes, trabajó para sanear las tierras circundantes, eliminando así la fiebre palúdica que afectaba a los habitantes. Este acto de generosidad y dedicación lo convirtió en un símbolo de servicio y devoción.
El legado de San Lídano perdura en la región, donde su festividad es una ocasión para recordar su impacto positivo en la comunidad.