Santa Rictrudis, originaria de Gascuña, es recordada como una figura prominente del siglo VII. Tras la violenta muerte de su esposo, Adalbaldo, ingresó al monasterio de Marchiennes, en la región de Cambray, Austrasia. Bajo la guía de san Amando, asumió el santo velo y se convirtió en abadesa, liderando a sus monjas con gran sabiduría. Su festividad se celebra el 12 de mayo.
Rictrudis es un ejemplo de fe y liderazgo, demostrando su devoción y compromiso con la vida monástica tras la tragedia personal.