La Beata Juana de Portugal nació el 16 de febrero de 1452 en Lisboa. Hija del rey Alfonso V, dejó a un lado las oportunidades de matrimonio real para dedicarse a una vida de servicio. Se unió a la Orden de Predicadores y vivió en el monasterio de Aveiro. Allí, se convirtió en un refugio para los pobres, huérfanos y viudas, destacando por su compasión y entrega.
Legado de Juana
Beatificada el 31 de diciembre de 1692 por el papa Inocencio XII, su festividad se celebra el 12 de mayo. La beata Juana es recordada por su profunda devoción religiosa y su compromiso con los más desfavorecidos.