Beato Juan Ruysbroeck, nacido en el siglo XIV, es recordado por su profunda influencia en la vida espiritual cristiana. Como presbítero y canónigo regular, pasó gran parte de su vida en el monasterio de Groenendaal en Brabante, cerca de Bruselas. Su legado se centra en las enseñanzas sobre los varios grados de la vida espiritual, convirtiéndose en un pilar para aquellos que buscan un camino de fe más profundo.
El 2 de diciembre, los fieles celebran su memoria, recordando su dedicación y su inquebrantable fe. Su vida y obras han inspirado a generaciones de creyentes, destacándose como un verdadero maestro espiritual.