Santa Teresita del Niño Jesús, nacida el 2 de enero de 1873 en Alençon, Francia, es una de las santas más queridas de la Iglesia Católica. Desde joven, mostró un profundo amor por Cristo y decidió ingresar en el monasterio de las Carmelitas Descalzas en Lisieux. Conocida por su 'infancia espiritual', Teresita enseñó el camino de la perfección cristiana a través de la simplicidad y la humildad. Fue canonizada en 1925 por el Papa Pío XI.
Su festividad se celebra el 1 de octubre, un día en que se recuerda su compromiso con la fe y su mística dedicación al bien de las almas. Teresita murió joven, a los 24 años, el 30 de septiembre de 1897, dejando un legado de santidad y devoción.