La Beata María Antonina Kratochwil es recordada por su valentía y devoción durante la Segunda Guerra Mundial. Nacida el 21 de agosto de 1881 en Ostrava-Vitcovice, en la actual República Checa, dedicó su vida a la enseñanza y a la fe como parte de la Congregación de las Hermanas de las Escuelas de Nuestra Señora. Durante la ocupación nazi de Polonia, fue encarcelada por su fe y murió el 2 de octubre de 1942 en Stanislanów, Polonia, a causa de las torturas sufridas.
Su fiesta se celebra el 2 de octubre, y su legado permanece como símbolo de resistencia espiritual y amor incondicional a Cristo.