San Frumencio de Etiopía es reconocido por su papel crucial en la propagación del cristianismo en África. Nacido en el siglo IV, fue capturado y llevado a Etiopía como esclavo. Con el tiempo, obtuvo la libertad y se convirtió en asesor del rey.
Ordenación y Misión
San Atanasio de Alejandría ordenó a Frumencio como obispo, permitiéndole establecer una iglesia en Etiopía. Su labor misionera fue fundamental para la conversión de la región.
Legado
El legado de San Frumencio sigue vivo, celebrándose su festividad el 27 de octubre. Es venerado como el apóstol de Etiopía por su dedicación y fe inquebrantable.