El Beato Jacinto Serrano López es recordado por su valiente sacrificio durante la persecución religiosa en España en el siglo XX. Nacido en Puebla de Híjar, Teruel, formaba parte de la Orden de Predicadores. Fue fusilado por su fe, siendo un ejemplo de coraje y devoción. Su festividad se celebra el 25 de noviembre, junto al también mártir Santiago Meseguer Burillo.
Estos mártires son venerados por su inquebrantable compromiso con Cristo y la Iglesia, inspirando a muchos fieles a seguir sus pasos de entrega total.