San Jacobo Interciso vivió en el siglo V y se destacó por su inquebrantable fe cristiana durante una época de intensa persecución en Persia. Originalmente, Jacobo trabajaba en la corte del rey persa Yazdegerd I, pero su conversión al cristianismo lo llevó a ser martirizado.
Vida y Martirio
Conocido por su valentía, San Jacobo fue ejecutado de manera brutal, desmembrado por no renunciar a su fe. Su sacrificio dejó una huella indeleble en la historia del cristianismo.
Celebración y Legado
Su festividad se celebra el 27 de noviembre, recordando su devoción y valentía. San Jacobo Interciso es un símbolo de resistencia espiritual, inspirando a generaciones de cristianos.