El 9 de octubre celebramos a San Abrahán, el patriarca bíblico reconocido como el padre de todos los creyentes. Abrahán, originario de Ur de Caldea, fue llamado por Dios para dejar su tierra natal y peregrinar hacia la tierra prometida. Su historia es un testimonio de fe y obediencia, especialmente al estar dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac por mandato divino, demostrando así su total confianza en Dios.
Vida y Fe de Abrahán
San Abrahán es una figura central en la historia bíblica, destacándose por su fe ejemplar. Su obediencia a Dios es recordada como un acto de confianza suprema, ya que esperó contra toda esperanza.
Legado Espiritual
El legado de Abrahán se extiende a través de las generaciones, siendo una figura venerada en las principales religiones monoteístas. Su peregrinación simboliza el camino de fe que todos los creyentes están llamados a seguir.
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